Con el continuo avance tecnológico y la expansión de los escenarios de aplicación, se prevé que el mercado global de la impresión 3D alcance los 76.170 millones de dólares estadounidenses para 2030. Se prevé que este mercado se desarrolle a una asombrosa tasa de crecimiento anual compuesta del 20,8 % entre 2022 y 2030, y presente áreas de aplicación y tendencias cada vez más diversas. Esta cifra también refleja el amplio reconocimiento y la búsqueda de 30 tecnologías de impresión en países y regiones de todo el mundo, así como su enorme potencial de mercado.
La aplicación de la bioimpresión 3D se da en tres vertientes.
En primer lugar, se utiliza para fabricar materiales no biocompatibles fuera del cuerpo, que se pueden aplicar a modelos médicos impresos en 3D, guías quirúrgicas, instrumentos ortopédicos personalizados, etc.;
El segundo es fabricar implantes in vivo biocompatibles (incluyendo materiales degradables y no degradables), como implantes permanentes personalizados como implantes mandibulares impresos en metal, así como andamios biodegradables, biomiméticos y de ingeniería tisular que induzcan la regeneración tisular;
El tercero es construir tejidos tridimensionales biomiméticos que contengan células vivas. Los órganos y tejidos, como la piel, los ovarios, la vejiga y el corazón, trasplantados a animales mantienen una buena biocompatibilidad incluso después de la implantación.
En los últimos años, con la ayuda de la bioimpresión 3D para simular el entorno tridimensional necesario para el crecimiento del tejido humano y la adición de factores de crecimiento que inducen la diferenciación, se han cultivado tejido óseo simple (cráneo, mandíbula, cartílago), médula espinal neural, vasos sanguíneos y otros sustitutos similares a los tejidos y órganos humanos normales, sentando las bases para el desarrollo de la medicina regenerativa.